viernes, 31 de agosto de 2012

CALLADOS ESTÁN MEJOR


CALLADOS ESTÁN MEJOR



El caso de la desaparición y posible muerte de los niños Ruth y José está siendo demasiado sangrante. Mucho. Son dos criaturas de las que no se sabe nada y es la desesperación de una madre y una familia que asiste impotente al devenir de los acontecimientos. Impotente y estupefacta.

Porque solo esa impresión puede sacar quien asiste a un cúmulo de errores de tal magnitud como no poder dilucidar con absoluta claridad si unos restos son humanos o son de animales. Y solo esa impresión puede tener quien se da cuenta de que el mayor sufrimiento de su vida está sirviendo a unos intereses tan viles como una cuota de sare en televisión o una campaña de imagen sobre la policía y el Ministerio del Interior.

Las declaraciones de Serafín Castro, jefe de la investigación del caso, en televisión me causaron estupefacción a mí, con que no imagino la que causaron a la familia de los niños. No se puede salir en televisión aireando desde datos del sumario hasta impresiones personales que en nada ayudan al esclarecimiento del caso y si, y mucho, a crear alrededor de una desgracia un circo mediático indecente al que este país parece haberse abonado con toda impunidad. Tenemos ya bastantes ejemplos de como una opinión pública manipulada e influenciada por la televisión puede enturbiar y viciar una investigación policial y un encausamiento judicial hasta el punto de confundir fantasía con realidad. Me estoy refiriendo a Marta del Castillo.

Si el Ministerio del Interior quería poder adjudicarse un éxito policial ante el fiasco de la identificación de los huesos y dientes encontrados en la Finca Las Quemadillas, no pudo elegir peor forma ni modos. El que gentes como Ana Rosa Quintana se enorgullezcan de que su programa alcanza grandes cuotas de audiencia chismorreando sobre algo tan doloroso, eso, eso ya no tiene ni calificación. Y quienes hacen de esa cuota un éxito tampoco.

A.L.López

2 comentarios:

  1. Así es desgraciadamente Alma... La tele se ha convertido en una sala de juicios improvisada y lo único que consiguen con eso es darle más ventaja a los verdaderos culpables de dichos casos... Así es este país... Por otra parte, mucha indignación, mucha indignación, pero el asesino de Marta del Castillo (por poner un único ejemplo y no extenderme) sigue en la cárcel como si nada y esperando salir dentro de unos años, sin haber dicho ni pío sobre el paradero de la menor... ¡ASÍ NO! Así la Justicia siempre será tomada por el pito de un sereno y los españoles nos seguiremos indignando como lo llevamos haciendo años...

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  2. Nos seguiremos indignando, pero mientras "sigamos" viendo esos programas no habrá indignación suficiente. He puesto la palabra "sigamos" entre comillas, porque a mi lo que me sorprende (si es que un comisario y un ministro bocazas no es ya suficientemente sorprendente) es que esos programas acaben siendo los más vistos en televisión.

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