ODIO Y SIMPATÍA, CANTÓ VERSUS TALEGÓN
Comentarios a partir del artículo de Elvira Lindo en El País.
“Todo se saca de
quicio, probablemente porque no se lee o no se escucha o porque no están los
tiempos para razonamientos sofisticados que ocupen más de los 140 caracteres
del Twitter”.
Así empieza Elvira
Lindo uno de sus estupendos artículos de El País, “Odio y simpatía” refiriéndose el primero al que despertó Tony Canto con sus declaraciones acerca de los toros, y la segunda,
a la acogida que tuvieron las palabras de Beatríz
Talegón acerca del “lujo” de los compromisarios socialistas. Suelo estar
siempre muy de acuerdo con lo que dice Elvira Lindo, porque tiene el don de
poner en acertadas palabras lo que pienso, lo que mucha gente piensa. Aun así,
puntualizo algunas cosas respecto a mi opinión.
“Pero todo se saca de
quicio. La simpatía y el odio. Los ataques furiosos a un sobreactuado Cantó y
los aplausos a una sobreactuada Talegón. Da la impresión de que necesitamos
desahogarnos linchando a alguien o sacándole a hombros de la plaza. Las dos
reacciones se expresan a gritos. Y los gritos son un corrosivo para la
inteligencia.”
Tony Cantó "sobreactúa" siempre. No hay mejor
político que el que ya lleva las "tablas" de la farsa desde casa. Y
si algo tiene Tony Cantó, además de
una bonita sonrisa y un morro que se lo pisa, son muchas tablas. No puedo estar
de acuerdo con él en su defensa de las corridas de toros ni en el maltrato
animal que supone utilizar el martirio de toros en cualquier "fiesta",
ni aun utilizando el argumento filosófico de Sabater. Con este no puedo estar
de acuerdo (Elvira Lindo tampoco) cuando afirma que “si los animales no tienen obligaciones tampoco tienen derechos”. Todos
reconocemos derechos entre quienes no tienen obligaciones, como son los niños (también
algunos tipos de incapacidades) y neonatos. Precisamente los mismos que
defienden las corridas de toros como parte de la “esencia nacional”,
reivindican los derechos de los neonatos para atacar los de quienes se muestran
a favor del aborto, por poner solo un ejemplo. Como dice Elvira Lindo son “trucos
de viejo zorro de la dialéctica que quiere hacerte el lío para adornar su
afición por las corridas”. Tan necesitados de argumentos, además.
El caso de Beatriz
Talegon es curioso. De elevada a los altares de la simpatía por sus
declaraciones contra los hoteles de cinco estrellas y coches de lujo para los
socialistas, siempre reivindicadores de una “revolución”, ha caído en picado
hasta el punto de ser abucheada y tener que salir, escoltada por la policía, de
la manifestación de “stop-desahucios”, precisamente cuando este tema une las opiniones de votantes de todos los partidos. A mí, sinceramente, lo de Beatriz Talegón me pareció una “puesta
en escena”, un artificio para situarse en la primera línea de la publicidad
mediática. Algún abrazo de líderes que se ven en imágenes difundidas después,
confirma que desde luego, no les hizo ninguna “pupa” o no se dieron por
aludidos. Ahora que ya todos sabemos lo que son los “argumentarios”, es más
fácil pensar que nada, repito NADA, escapa al control de las Sedes Centrales de
los partidos. Y el PSOE lleva tiempo queriendo acaparar los votos de los disgustados
de este país sin conseguirlo.
“Debemos de estar bajo
mínimos para que una intervención tan asombrosamente inocente como la de
Beatriz Talegón logre convertirla en pocas horas en la líder juvenil que estaba
reclamando el pueblo”.
De nuevo Elvira Lindo da en el clavo… La clase
política, y no solo de este país, opino, está tan de capa caída entre la
opinión de la gente de a pie, que será muy difícil que consiga levantar cabeza
en poco tiempo, pero hacer eco y abuso de estos “flases” de popularidad, desde
luego no ayuda nada a recuperarse. Beatriz
Talegón dijo un par de cosas que tal vez la delatan, o tal vez la hacen
pecar de cierta soberbia: “Nosotros los
jóvenes… y vosotros”, como se pregunta Elvira Lindo ¿quiénes son los “vosotros”?;
y también afirmó, creo que con toda la
razón, que “¡Somos la generación más
preparada de la historia!”. Es cierto, estoy de acuerdo. Esta generación
actual es la que más títulos acapara de la historia, la que más fácil y rápido
ha tenido el acceso a la información, la que más información y formación ha
tenido al alcance de la mano nunca en la historia… todo eso es cierto, pero
¿invalida eso el grado de la experiencia de quienes han vivido en, por y para
la política, o de quienes la han defendido con su presencia en momentos de difícil
signo? No creo que sea conveniente que al reciente clima de crispación y
enfrentamiento político y social que vivimos, “los de derechas frente a los de
izquierdas”, “los de arriba frente a los de abajo”, etc., debamos unir “los jóvenes
frente a los viejos”.
Tony Cantó dijo
una gran mentira, que los animales no deben ser objeto de derecho porque no son
objeto de obligaciones, y se ganó un odio a gritos en las redes sociales, pero
el contento de las gentes favorables a las corridas de toros necesitados de un
argumento filosófico para su empeño. Beatriz
Talegón dijo una gran verdad, que la revolución no puede construirse a
partir de coches de lujo y hoteles de cinco estrellas, y se ganó la simpatía de
quienes piensan lo mismo y no lo pueden expresar en voz alta en los lugares
oportunos, pero también la animadversión de quienes vieron un oportunismo
juvenil al empeño de acudir a los medios y a la calle arropada por los mismos “viejos”
líderes que denosta.
Seguiremos esperando la fórmula adecuada para renovar este
panorama político tan alejado de la auténtica democracia.
AlmaLeonor López
Estoy en sintonía con lo que comentas.
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