martes, 12 de agosto de 2014

ADIÓS CIUDADANO, HOLA DELINCUENTE



"Interior advierte de que la Policía podrá incautar cámaras en manifestaciones si cree que son para hacer algo ilegal"

Así se expresaba una noticia de EuropaPress hace unos días, el pasado 10 de agosto, justo después de conocerse una sentencia condenatoria a un antidisturbios merced a una grabación en vídeo de un manifestante.

Me pregunto yo qué se puede imaginar un policía, la Dirección General de la Policía o el Ministerio del Interior, que pueden pensar, digo, que se puede hacer con una cámara, un movil, una tablet o cualquier otro dispositivo fotográfico o de vídeo en una manifestación ¿Algo ilegal? ¿Cómo qué? ¿Filmar un abuso de poder de un policía es hacer algo ilegal? Porque hasta ahora para lo que han demostrado que sirven estas cámaras son para poder denunciar usos incorrectos y abusos manifiestos de algunos policías antidisturbios (no todos afortunadamente, aunque a veces me gustaría saber a donde destinan a esos que no cometen abusos cuando a las manifestaciones parecen acudir el resto), ante el manifiesto desamparo de manifestantes y paseantes, que también se ha dado el caso de agresiones a personas que nada tenían que ver con la manifestación. 

Estamos en la era de la información, de la informática, de las tecnologías... y en la era de la más absoluta represión legal, no ya de derechos, que es lo más grave, sino también del libre uso de la autodefensa. Si uno dispone de un artilugio que le puede aportar una prueba de arbitrariedad policial, no podrá usarlo si a un policía le da por "creer" que lo está utilizando "para algo ilegal", insisto... ¿En qué tipo de ilegalidad se puede incurrir portando una cámara?

En todo caso los antidisturbios, camuflados de manifestantes o no, también llevan cámaras últimamente, para identificar a manifestantes violentos, dicen. En una manifestación y con estos mimbres, hasta un grito reivindicativo en la cabecera de la manifestación puede serlo a ojos de quien lo filma y lo presenta ante un juez con la impunidad de quien no se identifica como filmante ni como polícia, y quien tiene toda una fuerza de ley, arbitraria y "por procedimiento de urgencia", que lo ampara. Así cualquiera puede hacer algo "ilegal" y no tener quien le "incaute" una cámara o quien le haga penar por ello. A lo mejor se trata de eso... 

Estamos en una era en la que YA NO SOMOS CIUDADANOS. Somos CLIENTES para la administración civil y somos posibles (ya no presuntos incluso) DELINCUENTES para la administración policial. Para la política  es peor, para ellos somos CAJEROS AUTOMÁTICOS.... 
AlmaLeonor

Fuente: EuropaPress; Yo discrepo.com

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