NO (SE SI) QUIERO VOLVER A CASA.COM
Cuando una falta unos días de casa por vacaciones la
desconexión puede ser total o parcial. Total es cuando ni se hacen caso a los
diarios ni se conecta con Internet ni se hace caso mediático ninguno; y parcial
es cuando aun escuchando las noticias a través del televisor, ni se pueden
consultar otros medios informativos para ampliar la noticia, ni se tienen
posibilidades de comentarla o compartirla a través de las redes sociales. Esto
último es lo que me ha pasado en esta semana que acaba y que me ha mantenido
alejada, parcialmente, del mundo exterior.
Pues resulta que en este tiempo se han producido una serie
de noticias que no solo me han hecho plantearme seriamente el vivir completamente
alejada del mundo, sino que han provocado en mí una honda reflexión ¿las
noticias lo son menos si no podemos comentarlas o compartirlas con otros? ¿Tanto
ha llegado a calar entre nosotros la necesidad casi compulsiva de interactuar
en las redes sociales para convencernos de que algo ha sucedido en realidad?
Pues al margen de mis cavilaciones y deseos, y de las ganas o no que tuviera de
volver casa (obligado te veas), lo cierto es que… ¡han sucedido!
Empezamos con la dimisión de Alberto Ruíz Gallardón de su cargo como Ministro de Justicia y de paso de la vida política. Enseguida supimos que el propio Presidente del Gobierno le había desautorizado en su empeño de sacar adelante la Reforma de la Ley del Aborto socialista, y que su dimisión tenía también algo de “tufillo” a incapacidad por no poder frenar la acometida soberanista catalana. Quienes le han loado por su actitud dimisionaria, tal vez olvidan que es la forma en la que un político ha de abandonar su cargo si no cumple con su cometido y que por lo tanto ha hecho lo que tenía que hacer. Punto. Sin embargo un personaje tan ambicioso como Gallardón ha sabido convertir su dimisión en una crisis de gobierno sin precedentes en esta legislatura, despachándose a gusto (pero con suma delicadeza) contra sus compañeros del Consejo de Ministros, quienes, dijo, habían sido los que “le encargaron” sacar adelante este sinsentido del “concebido-no nacido” en el que estaba condenada a convertirse la Ley que pretendía sacar adelante. Ahora, los grupos antiabortistas (¿les puedo llamar “radicales”? yo creo que si ¿no? Poner noticia) amenazan al Presidente del Gobierno con perder un millón de votos por la “traición” a su programa electoral (como si hubiese sido la única). En algo he de darles la razón, el Presidente del Gobierno no ha hecho más que dar bandazos de ciego con esta ley como si su fin último fuese simplemente hacer desaparecer a Gallardón del escenario político del PP. Y en cuanto a los votos perdidos… ¡no nos caerá esa breva!
También la Iglesia ha arremetido duramente contra esta
decisión de los populares. El inigualable (afortunadamente) obispo de Alcalá,
Juan Antonio Reig Pla, arremete contra Rajoy por la retirada de la ley tachando al PP de partido “infectado” por el feminismo y la homosexualidad,
nada más y nada menos, como si ambas cosas fuesen una suerte de “enfermedad
letal”. Al menos tan letal como los trenes de la muerte de Auschiwitz como califica el obispo al Tren de la
Libertad por el mantenimiento de la Ley de Interrupción del embarazo actual. Aún
el PP se ha salido con la suya al imponer la obligatoriedad del permiso paterno
para posibilitar el aborto de plazos en el caso de mujeres menores de 18 años,
condenando con ello a un embarazo no deseado a todas aquellas menores de edad cuya
precaria situación familiar impida tal consentimiento. Un paso atrás.
Claro que no hace falta ser un obispo católico para ganar el
premio al argumento más irreverente, para eso tenemos una amplia pléyade de
políticos y políticas dispuestas a defender lo indefendible hasta con declaraciones
del más genuino tono “Mariló Montero” (por favor que la RAE incluya ya mismo a
esta mujer como epíteto de la tontería supina subida de tono). A la
presentadora de TVE le ha salido una gran competidora en la persona de la
alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón, quien declaró que "Cualquier menstruación de una mujer es un aborto". Tal cual. Siendo además licenciada en medicina, a una no le queda más que
preguntarse de que clase de médico, político y mujer estamos hablando.
Pero nos estamos desviando del tema, la dimisión de Alberto
Ruíz Gallardón. También hemos sabido que varios altos cargos del PP no eran
partidarios de modificar la Ley del Aborto, como Celia Villalobos, que lo había
manifestado en público en más de una ocasión, pero también ha sido visible que
varios no aprobaban tampoco su gestión al frente del Ministerio. Así, aunque
con palabras de felicitación para con su labor dentro del partido, el llamado “yunque”
duro del PP (al parecer ni Soraya Saéz de Santamaría ni María Dolores de
Cospedal apoyaban al político) propició su caída en picado.
Luego supimos que se integraba en el Consejo Consultivo dela Comunidad de Madrid, con un bonito sueldo mensual, dada su incompatibilidad
durante al menos dos años para ejercer un trabajo privado relacionado con su cargo
político. Así que su futuro no está ni mucho menos sin decidir. Como decía aquel “todo
está atado y bien atado” en este caso, ya que hasta el momento de su dimisión
fue extremadamente calculado: Antes de la obligada comparecencia en el Congreso
(fue sustituido en las respuestas a sus señorías por la Ministra de Empleo
Fátima Báñez) y justo cuando Mariano Rajoy viajaba hacia China y el Rey Felipe
VI se encontraba de viaje oficial fuera de España, por lo que tuvo que trasladarse
a la embajada española en Nueva York, en suelo español, a firmar el cese del Ministro para que fuera
oficial desde el mismo miércoles.
Aún le dio tiempo a nuestro infatigable Jefe del Gobierno a
adelantar el nombre del sucesor de Gallardón al frente del Ministerio de
Justicia, Rafael Catalá, calificado como “un tecnócrata fiel a Rajoy”, quien fuera secretario de Estado de Fomento y que durante la gestión del
siniestro del tren del AVE en Santiago, fue acusado por Teresa Gómez-Limón,
diputada de la Asamblea de Madrid (dejó su cargo por esta causa), de ser el "responsable
político" del accidente y de recibir presiones: "El nuevo ministro de
Justicia me presionó cuando salí de la UVI para que no hablase mal de
Renfe"
En medio de todo este maremagnun político, y casi sin
advertirse, una mujer Soraya Sáez de Santamaría (Valladolid, 10 de junio de
1971) se ha convertido hoy (y hasta que sea nombrado en el BOE el nuevo
Ministro de Justicia, cuando regresen de sus respectivos viajes tanto el
Presidente del Gobierno como el Rey) en la mujer con más poder nunca ostentado en
España (sin ser reina), al acaparar en su persona los cargos de Vicepresidenta
del Gobierno (y por lo tanto ahora mismo, Presidenta en Funciones y el más alto
representante del Estado en España en ausencia de Felipe VI), Ministra de la
Presidencia y Portavoz del Gobierno de España (desde el 22 de diciembre de 2011),
Ministra de Justicia en Funciones (desde el pasado 23 de septiembre con la
dimisión de Alberto Ruiz Gallardón) y, por si no fuese suficiente, Rajoy la ha
nombrado "responsable de la bandera y símbolos nacionales" siendo la primera vez que un departamento del
Gobierno recibe el encargo expreso de custodiar la bandera.
Ya antes de todo esto, el 22 de septiembre, la vicepresidenta
se había preocupado de encargar “informes jurídicos para retrasar las elecciones generales a 2016”, en lugar de en Noviembre de 2015 como corresponde
democráticamente (sería la primera vez que se retrasan en toda la Democracia), en
un afán dictatorial por encontrar los suficientes votos que les garanticen una
continuidad en el gobierno, lo que demuestra que lo primero que interesa a este
gobierno es asegurarse el sillón de mando, y no el procedimiento democrático
transparente. Su “regeneración” política va siempre en el mismo camino.
Pero si algo bueno hemos de encontrar en este cúmulo de despropósitos desde tantas instancias oficiales y no oficiales, es que al bueno de Francisco Marhuenda, ínclito director de “La Razón”, el diario portavoz y exégeta del Gobierno del PP, le ha dado un “patatús” de campeonato y hasta se le ha ido la cabeza atacando a Rajoy en términos nunca imaginados y con más dureza incluso que otros diarios. El mundo parece caminar por intrincados caminos para algunos, mientras que para el resto de los mortales nos parece haberse vuelto loco de remate.
Y si no que se lo pregunten a los responsables de RTVE que
se han visto, sin avisar, privados de la dirección de González-Echenique tras
su dimisión (al parecer en España si que se dimite, haciendo mucho ruido, pero
se dimite), hecho que ha provocado hasta un debate sobre la viabilidad de la
propia RTVE (deberían plantearse solo la de Mariló Montero) y del resto de
televisiones públicas (se ha llegado a equiparar la gestión del ente público
con la de Telemadrid o Canal9), así de un plumazo. Lo cierto es que la Televisión pública había entrado en un debacle de las
mismas características que las autonómicas, con unos pésimos resultados deaudiencia y con unos informativos que de líderes, han caído en picado en cuanto
a credibilidad y prestigio, con denuncias de manipulación por parte de los mismo
profesionales de la casa. Claro que el “disgusto” no ha durado mucho en el PP y han nombrado a un
sustituto digno del culebrón, J.M. Peñalosa, hasta ahora “asesor” del partido y
según EL Plural “con un ‘oscuro’ pasado político”.
Con estos mismos mimbres, tal vez la RTVE pueda seguir dando
más “color” y exprimir con todo el jugo interesado posible la debacle de otro
político de pro, Jordi Puyol, cuyas maniobras corruptas (las suyas y las de su
larga y experimentada familia) se siguen conociendo cada día. En su reciente
comparecencia ante el Parlament catalán, ni siquiera ha hecho el examen de
conciencia esperado ni ha entonado un mea culpa que pudiese salvar a su “delfin”
Mas de la incredibilidad en la que ha sumido al debate soberanista tras conocerse
su corrupto pasado. No. Muy lejos de eso, se ha vuelto a arropar con el
lenguaje propio del patrioterismo más rancio para “echar balones fuera”. Bien. No le hará ningún favor a la Generalitat catalana, pero un Parlament acusador
frente a un CiU defensor tampoco. El futuro de la consulta catalana, sin embargo, no parece haberse visto afectado
por esta comparecencia. Veremos a ver cómo le afectan los acontecimientos
relacionados con la dimisión del Ministro de Justicia.
Y frente a estos temas de alcance tan candente, la actualidad
de estos días nos ha ofrecido otros anuncios no menos interesantes, por ejemplo
que finalmente el Ministerio de Sanidad “llega por fin a un acuerdo con el
laboratorio para financiar el nuevo fármaco contra la hepatitis C, Sovaldi, un
medicamento de nueva generación que tiene unas elevadas tasas de eficacia” y
que venía siendo reclamado por asociaciones de enfermos sin que el Ministerio
hiciese nada por solucionar el tema. El alcance mediático de estas asociaciones
parece que al fin surtió efecto y el fármaco se incorporará a la financiación
pública en las próximas semanas.
Pero si una de cal ofrece este gobierno, no deja de incluir
dos de arena, o mejor dicho, cinco, que son los años que este Gobierno lleva
congelando el sueldo de los funcionarios y que volverá a paralizar en el año
2015. Encima pretenden “compensar” esta gracia con la devolución de la paga
extra que ya nos escatimó en el año 2012 y que, por si alguien se había
olvidado es un derecho que nos asiste, es nuestro dinero y se nos devolverá sin
los correspondientes intereses.
Los que no parecen ofrecer ni de cal ni de arena, sino todo
lo contrario, o sea, nada, son los de IU de Andalucía quienes siguen sin
colaborar ni consentir una investigación a fondo de los fondos desviados de los
cursos para desempleados. Muy triste lo que está pasando en Andalucía y en la
izquierda del principal bastión socialista de este país. Si Susana Díaz no
reacciona, ella y su “ahijado” político Pedro Sánchez, no saldrán bien parados.
Y con ellos sufrirá la izquierda social andaluza y española. Es necesario
depurar responsabilidades de este asunto, caiga quien tenga que caer.
Quien si que parece “caer” es la tonadillera Isabel Pantoja,
a quien la Audiencia provincial de Málaga le da, junto a Maite Zaldívar, diez
días para ingresar en prisión para cumplir la sentencia de dos años de cárcel y
una multa de 1,1 millones de euros por un delito de blanqueo. Ninguna persona dedicada al blanqueo de
dinero y a la apropiación indebida de bienes públicos debe quedar libre de cumplir
la condena que se le impute, pero no me negarán que los presos de este país
deben estar flipando con la cantidad de “famosos” que están recibiendo en sus “dominios”
carcelarios. Están más acompañados que en el plató de “Sálvame”.
No es de risa el resto de detenciones que se han producido
en nuestro país en estos días. Afortunadamente se ha detenido al estudiante de
medicina logroñés detenido en Lleida acusado de varios apuñalamientos de carácter
racista hace unos días.
Y es una magnífica noticia la detención del presunto
pederasta de Ciudad Lineal, Antonio Ángel Ortiz Martínez, que ya está en los
calabozos madrileños.
Y así mismo es una buena noticia la detención y arresto domiciliario del exnuncio polaco Josef Welowski acusado de pederastia cuando
ejercía su cargo en la República Dominicana. Es la primera vez en que se
produce un encarcelamiento de este nivel en la Santa Sede , y visto lo visto, no debería ser la última.
El delito de pederastia debería ser el más penado de todo código civil y más si
la persona detenida tiene una especial vinculación con la infancia, como es el
caso de los religiosos. En este caso Federico Lombardi, portavoz vaticano, hahecho pública la detención este martes en un comunicado.
Y frente a los religiosos que abusan de niños se sitúan
aquellos que aún a riesgo de sus propias vidas lo dan todo por defender a niños
y adultos en los lugares más desprotegidos de este planeta. Gente como el
religioso Manuel García Viejo, infectado por el virus del ébola, que era director
médico en un hospital de la orden de San Juan de Dios en Sierra Leona y que ha fallecido en Madrid tras ser infectado por el virus del Ébola. Descanse en Paz.
Así que con todas estas teclas me estoy planteando que la
próxima vez que salga de casa a lo mejor no debería volver a ella, o si lo
hago, concienciarme primero de que el mundo sigue inexorablemente aunque no
pueda comentar las noticias que se van produciendo ni compartirlas en las redes
sociales. Son y están.
AlmaLeonor
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