DE OBLIGACIONES Y COMPROMISOS

DE  OBLIGACIONES Y COMPROMISOS

TRIBUNA DE LOBOS, el proyecto que hoy inicio, no será un lugar para las intenciones y los deseos, sino para las obligaciones y los compromisos. Me propongo obligarme a realizar un trabajo firme y disciplinado y publicar un artículo cada semana. Y me comprometo a ofrecer una opinión fundamentada sobre un tema social o político. Mi compromiso no es un mero deseo, no responde a una intención, sino a una auto-obligada tarea, una especie de contrato virtual cuasi-profesional.

Estaba necesitando contar con un espacio distinto al que vengo ocupando con mi blog HELICON, donde las entradas solo responden al impulso de una ilusión (por eso HELICON, porque en la mitología griega es el monte consagrado a las musas, las Helicónides, la ilusión). Ahora TRIBUNA DE LOBOS nace con una especialización concreta (la opinión política) y un fin determinado, el de mantener vivo el diálogo, las ideas y los razonamientos, en un momento cambiante.

No soy persona de ideas fijas ni de ideales marcados. No soy dogmática, no me gustan los extremismos de ningún color, ni debo fidelidad a ninguna corriente ni partido político. Pienso que eso es una ventaja. Esta actitud me proporciona una independencia que ansío y necesito para expresar mis propias opiniones. Y fundamentarlas. Pero también para aprender de otras ideas y movimientos, mantener un diálogo con ellos, e incorporarlos a mi propio articulado si fuese necesario. No tengo un convencimiento fielmente republicano ni puedo declararme monárquica. Mi única afiliación es social y  humanista, de justicia y de Derechos Humanos.

Tampoco soy una persona de convicciones religiosas. Como todos los españoles de mi generación, o casi todos, para no abarcar más de lo que puedo, fui criada en la moral cristiana de la que no reniego. También en la cultura occidental de que me siento partícipe. Pero sí he conseguido, con el tiempo, la edad y la experiencia, adquirir un convencimiento laicista, rechazar la moralina casposa de una catolicidad que no me representa ni me domina, y huir de un occidentalismo centrista que me daña. Mi postura en moral religiosa está más próxima a un tolerante ateísmo que a un agnosticismo practicante.

Soy europeísta. Vivo en el convencimiento de que los pueblos han de existir para estar unidos y no para enfrentarse. Pienso que Europa no es un ente difuso, sino que somos un grupo de pueblos y de gentes capaces de formar una unión fuerte y solidaria. Pero siento que esta Europa en la que vivimos inmersos no es la Europa que nos merecemos ni la que, quizá, soñaron en sus inicios. Pero si que es la que hemos construido. Y es deber de esta generación hacerla nuestra primeramente y merecedora de las generaciones futuras después.

He participado en las manifestaciones de los grupos 15M y Democracia Real ¡YA! y me he entusiasmado con su empuje y determinación. Sigo entusiasmada, pero participo menos. Por eso quiero  que esta primera entrada de TRIBUNA DE LOBOS, en un 15 de Agosto, día festivo para casi toda España, constituya una primera declaración de intenciones con respecto a estos movimientos que hoy suponen un atisbo de esperanza para un ejercicio real y justo de democracia: No estoy de acuerdo con el llamamiento a ocupar el Congreso el próximo 25 de Septiembre.

Sé que los gobiernos centrales y autonómicos, los Ayuntamientos,  los poderes públicos, han venido realizando en las últimas legislaturas un ejercicio (no)democrático fraudulento y peligroso. Sé que eso les deslegitima moralmente como nuestros representantes. Pero también sé que el Congreso es el depositario de la voluntad democrática de nuestra Constitución, y que ocuparlo de forma violenta, desalojarlo de forma violenta, es una violación democrática a la que no estoy dispuesta a conceder ninguna tolerancia. Estamos en un momento en el que son necesarias acciones ejemplares, actos simbólicos y manifestaciones políticas y sociales de enjundia (sería necesario que fuesen una sola acción y no muchas por otro lado). Sé que estos actos pueden ser entendidos como instigamientos a la desobediencia civil por parte de nuestros gobernantes y de valentía democrática por parte de los manifestantes. Yo estoy con los segundos.

Pero nunca, nunca, dejaré que en mi nombre ni con mi representatividad, “el caballo de Pavía” entre en el Congreso. Ni siquiera simbólicamente. Mucho menos violentamente. Ese es mi compromiso y considero una obligación manifestarlo públicamente.

Bienvenidos a Tribuna de Lobos.

A.L. López