Entras por primera vez en ese teatro. Surge la magia y las luces, el sonido, el libreto, los aplausos… todo confluye al poner un pie en el escenario. Se alza el telón y no existe pasado ni presente; no hay sufrimiento; no recuerdas las horas de ensayo ni los gritos ni los nervios. Llenas tu mente de aquella primera vez que viste una función y te dijiste que aquello era lo tuyo. De cuando pediste permiso a tus padres para actuar, recuerdas la primera obra que interpretaste. Todo desaparece y todo confluye. Es la primera función. Se hace el silencio.
AlmaLeonor López Pilar
Microrrelato finalista en el V Concurso de Microrrelatos Gadis 2024.
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