Siempre supo que alcanzaría el éxito. Encontrar la fórmula de la eterna juventud era su mayor anhelo. Dedicó toda su vida a ello, probó mil y una fórmulas, recorrió el mundo entero aprendiendo de todos los maestros alquímicos, se hizo con las pócimas más oscuras de los brujos conocidos, leyó mil y un libros… Y, al final, toda la sabiduría la halló en un cuento infantil. El secreto se encontraba en la humilde semilla de una manzana. Gastó su último aliento en el empeño, pero lo había logrado. Corría el año de 1523 cuando, tristemente, murió antes de haberlo probado.
AlmaLeonor_LP
Texto participante en Escribir Jugando del mes de OCTUBRE.
Publicado en HELICON el 22/10/2024
No hay comentarios:
Publicar un comentario