lunes, 3 de diciembre de 2018

EL PULSO DE LA ULTRADERECHA


EL PULSO DE LA ULTRADERECHA

Imagen de El Diario de Cantabria


Bueno, pues ya se votó. Andalucía ha elegido a sus representantes... mejor dicho, la MITAD de Andalucía ha elegido los representantes políticos de toda Andalucía y casi que a los de toda España al paso que vamos... Es la hora del análisis de los resultados. Algo que ha hecho y seguirá haciendo tanta gente que ya resulta cargante. Ya lo siento. Voy a ser una cargante más.

En primer lugar, lo evidente es el brutal descenso de la participación. ¿Hemos perdido la fe en el acto más genuino de la democracia? En realidad, y salvo en contadas excepciones, las elecciones (generales, autonómicas, municipales, europeas) rara vez marcan una elevada participación. El problema viene cuando la tendencia a la baja es tan acusada como ha ocurrido en Andalucía con respecto a las pasadas elecciones del 2015, un 4% que se traduce en miles de votos menos.

En segundo lugar, es el PSOE el que ha ganado las elecciones con un mayor número de escaños (33) que el resto de formaciones, pero ser la "lista más votada" no le exime de su descalabro. Es quizá en Andalucía donde más se ha evidenciado la falta de actuaciones políticas reales de los últimos años de democracia. Una acomodación política que lleva pasando factura al PSOE desde hace mucho tiempo y que hoy tiene un nombre indiscutible: Susana Díaz. No creo que haya en Andalucía quien no la culpe del descalabro socialista, aunque no lo manifieste en voz alta. 

En tercer lugar, se ha producido en Andalucía algo que nadie esperaba, el triunfo de VOX como formación política con su irrupción en el Parlamento andaluz con nada menos que 12 escaños. Me recuerda a cuando Marx decía que la revolución obrera sucedería en un país industrializado como Inglaterra y sin embargo fue a explotar en un país sumamente agrícola como era la Rusia zarista. Es posible que el triunfo de VOX se esperase en España en alguna circunscripción, pero no creo que ni siquiera el carisma de Abascal (el anuncio montado a caballo debió confundir al electorado) hiciese pensar a nadie que donde terminaría por triunfar la formación... ¿de que color es VOX? 

En cuarto lugar, a la derecha bifronte de ese país (PP-Ciudadanos) le ha salido un vástago con el que lidiar en terreno hostil. Andalucía nunca había sido feudo de derechas, pero ahora las cosas pueden cambiar. Porque cambiarán gracias a las previsibles alianzas, pese a que el PP (que ha visto disminuir sus escaños frente al gran aumento de los de Ciudadanos) siempre gimoteara por el gobierno de "la lista más votada". Ya se sabe que son especialistas del "donde dije digo, digo Diego", o al revés. Tanto monta.

Sin embargo el peor cachete se lo ha llevado la izquierda andaluza. Ni Podemos ni IU (¿seguirá existiendo después de estas elecciones?) ni las demás formaciones de corte social de izquierda de Andalucía han conseguido siquiera revalidar su presencia. El partido Adelante Andalucía con el que acudían a las elecciones ha conseguido una representación, digamos, digna pero insuficiente y, desde luego, nada acorde ni con sus expectativas ni con sus promesas. De todos los partidos, es quizá el que más necesita la realización de una autocrítica. 

Y finalmente, recogiendo las palabras de Pablo Iglesias en un vídeo postelectoral, me pregunto si de verdad debemos seguir haciendo un discurso en el sentido de "proteger el estado de bienestar frente al fascismo", como afirma. 

Vídeo en Facebook
Es posible que ese sea nuestro error... No es que quiera yo ser catastrofista, pero si que pienso que el mundo camina hacia una nueva era de política neoliberal, economía ultracapitalista, sociedad consumista, cultura antitolerante y xenófoba... en definitiva, del triunfo de las élites frente a las dos revoluciones que han conformado nuestro mundo hasta el momento: la revolución burguesa y la revolución obrera. Tal vez sea el momento de empezar a prepararnos para hacer frente a ese mundo, de rearmarnos ideologicamente, de fortalecernos cultural y socialmente, de hacer auténtica política democrática (tal vez de definir realmente esta palabra y despojarla de los vicios adquiridos), en lugar de seguir abogando por la preservación del mundo que termina.

Al final va a resultar que estas elecciones andaluzas si que van a ser el auténtico pulso de la ultraderecha en España... y las consecuencias de un tour de force nunca benefician a nadie.

AlmaLeonor_LP







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