jueves, 30 de agosto de 2012

LA SANIDAD QUE NO VIENE


LA SANIDAD QUE NO VIENE

La ministra de sanidad, Ana Mato, la que fuera una de las más destacadas componentes de aquel “Clan de Valladolid” que formara Aznar cuando era Presidente de la Junta de Castilla y León, ha visitado de nuevonuestra ciudad para explicar el plan que su ministerio quiere poner en marcha para dejar de atender a miles de personas en nuestro país. Lo puede llamar como quiera, pero en esencia es para eso. Esta medida no es ahorradora, sino ideológica.

Un buen día este ministerio se hizo una pregunta ¿cómo acabar con las listas de espera de sanidad? Y luego otra ¿cómo quedarme con los dineros destinados a sanidad? Esas dos cuestiones martirizaban a este ministerio, tal vez envidioso de que en las CCAA los dineros que el gobierno enviaba para este fin pudiesen ser utilizados para otros, como pasó en Valencia con la visita del Papa… En Castilla y León se les ocurrió instaurar un "Céntimo Sanitario" en el precio del combustible que ha resultado ser un completo fiasco. Sólo ha servido para que los ingresos por impuestos en el combustible descendieran alarmantemente. Ahora se está pensando en eliminar ese “copago”. Tal vez lo hagan. Sobre todo teniendo en cuenta que muchas voces están preguntándose quien controla esa recaudación y sobre todo, quien certifica y cómo que esa recaudación se destine a la sanidad pública. Y también teniendo en cuenta que sobre el "copago" en las medicinas se están ofreciendo datos no contrastados (las compras se inflaron en junio, antes de su entrada en vigor).

No sé si la ministra habrá abordado este tema en Valladolid. Lo que si se sabe es que ha asegurado que “nadie quedarádesatendido, pero quien o tenga tarjeta sanitaria tendrá que pagar”.  Si, como afirma la ministra, se trata tan solo de acabar con el “turismo sanitario”, solo tendrían que actuar por vía judicial o administrativa contra la persona que realiza ese “turismo” y la organización que lo patrocina. Para eliminar un abuso no se tienen que abolir de un plumazo derechos humanos básicos.

Por otro lado los profesionales sanitarios no tienen muy claro cuales serán los procedimientos a seguir con esta nueva legislación, pero si que saben que tanto Ana Mato como nueve consejeros de CCAA abogan por “cambiar las retribuciones de los profesionales sanitarios”. Mal camino este del ministerio que solo sabe utilizar argumentos amenazadores, tanto para enfermos como para profesionales de la salud. Mientras tanto, espero que en ninguna ciudad española se llegue a producir ningún caso de pandemia por no disponer de un servicio sanitario regulado para todos sus vecinos. Y espero también que a mi amigo búlgaro, con sus papeles en regla, comunitario además, le llegue pronto su Tarjeta Sanitaria. Hace tres meses que caducó y la solicitó… y aún no le ha llegado.
A.L. López

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